miércoles, 22 de julio de 2009

EL NACIMIENTO DE CARLOS GARDEL (Cuarta parte)

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La creación de mentes febriles, no se detiene. Por eso, es preferible pedirles PRUEBAS, que demuestren sus dichos y no estar haciéndoles ver permanentemente sus garrafales errores.

Por ejemplo, sería plenamente interesante que en vez de seguir escribiendo al “soruyo azul”, se ocuparan de:

a – Precisar con fundamentos un año de los tres (1900 1901 o 1902), a que se refiere Tomasa Leguisamo. No es posible que se tome tanta licencia.
b – Demostrar que cuanto dijo el tal Luis Villarubí está probado y ofrecerlas a la consideración general. Es muy fácil decir, que una determinada cosa la dijo fulano, pero para ser creíble deben probarlo; porque de lo contrario se dejaría el camino libre para que cada mengano diga cualquier cosa. Así no vale, aunque ellos lo usen para engatusar a las personas de bien.
c – El cuento que hacen acerca de cuando y donde Gardel conoció a Emilio Sagi Barba, no tiene desperdicio y es propio de Emilio Salgari.
Tanto es así que para confundir aún más los hechos y tratar de no ser sorprendidos, solamente lo llaman “Emilio Sagi”, jugando así una vez más, a la confusión. Carlos conoció a este barítono en Buenos Aires, cuando ya muchacho comenzó a trabajar como tramoyista en el teatro Victoria.(Ver “Gardel y la lírica” por Julián Barsky). Pero ellos hacen finta de ignorarlo.
d – Arremeten luego con la vieja y gastada historia de “Cielito Traverso”, pretendiendo hacer creer a la gente que un pendejo, guió en sus pasos a un “hombre” que acababa de matar a otro. Si es para reír y reír.
e – Rebatan documentadamente el que Carlos no fue alumno del Colegio Pío IX, condición avalada por un sin número de manifestaciones escritas y latentes y no por la deshilvanada invocación de una mujer que ya cruzó la zona verde de la vida, para convertirse en monje negro del ser Gardel.

Jugando siempre a la confusión, dice - la fervorosa hermana de la caridad oriental – finalmente una verdad: “En abril de 1901 Charles Romuald Gardes ingresa como alumno pupilo en el COLEGIO PÍO IX , pero luego se arrepiente de haber sido veraz, tal cual le gusta decir a ella y defenestra al pobre Carlos, no reconociéndole la verdadera identidad probada por el comisario Torre y el doctor Fenoglio. Es evidente que no le convenía seguir esta línea y entonces tomó un tranvía distinto.

Así , porque se le canta, - tal cual su costumbre - decide luego, respecto al año 1902, que “ En este período se ve indistintamente a Gardel en Buenos Aires y en Montevideo” y se traiciona al pretender fundar sus dichos diciendo, así al pasar, que “El Señor del señor Juan M. Cazes Irigoyen testimonió haber oído al mocito en el café El Criollito en 1902”, pero ocultando que ese café estaba ubicado en la avenida Santa Fé esquina Pueyrredón de la emérita ciudad de Buenos Aires. De Montevideo – como siempre – ¡ Cero al As !

Pero en el espinoso andar de una pretendida cronología fabricada a medida, se van repitiendo falsas historias ya contadas mil veces y entonces viene a mi memoria, el recuerdo de un trabajo preparado por Carlos Perrotta y Jesús Rey, casualmente publicado en el sitio “Gardelweb” (Buenos Aires, julio 26 de 2005), bajo el título de “LAS PREGUNTAS “DEL MILLÓN”, en el cual los autores cortan camino y desoyen todo lo atinente a la fábula de Avlis y Bayardo y cabreros con Paysée por su permanente insulto a Berta, les preguntan a los señores defensores de una mentirosa historia uruguaya:

“Un millón de preguntas hemos hecho a quienes sostienen la teoría del Gardel oriental, sin obtener jamás una respuesta satisfactoria. Aquí reiteramos tan sólo algunas:
1) ¿Qué documentación existe a nombre de “Carlos Gardel, nacido en Uruguay en 1887”, expedida en ese país?
2) Luego de la Declaración de 1920, ¿por qué no conservó la nacionalidad uruguaya?
3) ¿Por qué Gardel no hizo el trámite directamente en el Uruguay en vez de hacerlo en el Consulado de Buenos Aires?
4) ¿Por qué las Libretas de Enrolamiento que se le dieron no están registradas en ningún padrón electoral de la época ni existen -COMO LA LEY LO EXIGE - fichas en la Cámara Electoral ni en el Distrito Militar Buenos Aires ni en el Juzgado Electoral?
5) ¿Por qué Tacuarembó rinde homenajes a quien renegó de su origen, naturalizándose argentino?
6) ¿Gardel quería a Berta –como dice Martina-, o la odiaba, como aseguran Payssé González y Tabaré Di Paula?
7) ¿Charles Gardes (el francés) existió o no? ¿Cómo, dónde y cuándo desapareció?
8) ¿Charles Gardes fue soldado y murió en la guerra -como dice Aquiles Echeverry y sostenía en un principio Bayardo-, o desapareció por arte de birlibirloque, como terminó diciendo Bayardo?
9) ¿Por qué nunca se presentó ningún Escayola ante la Justicia, reclamando sus derechos?
10) ¿Por qué no impulsan el A.D.N.?
11) ¿Por qué nunca consultaron a personas allegadas a Gardel (por ejemplo, María Esther Gamas –quien en un Almuerzo de Mirta se refirió al origen francés de Gardel- o el hoy fallecido Miguel Bonano, que se ha desgañitado desmintiendo a Ostuni, a Payssé González y a Nelson Bayardo)?
12) ¿Por qué cuando mencionan a Leguisamo recuerdan aquello de “Salto y Paysandú”, haciendo sin tener en cuenta las innumerables declaraciones que hizo sobre la nacionalidad francesa de Gardel? (1)
13) ¿”Qué dijo Ricardo Ostuni? ¿Que Gardel era uruguayo – como sostienen ustedes -, o que era francés, como lo manifiesta en “Tiempos del Mundo” (edición argentina N° 48 de diciembre de 1998)” (2)
14) ¿En cuánto aumentó el turismo en Tacuarembó desde que empezaron con este tema?”

Sería utópico seguir inquiriendo ¿Porqué? , estas preguntas nunca fueron respondidas coherentemente y con pruebas mediante, tal cual lo pedían, ya en aquél tiempo, los autores del “aún insatisfecho” cuestionario.

Pero como no tiene otros argumentos válidos, la señora de los sueños incumplidos, continúa repitiendo, por una y mil veces más, las mismas simplezas de toda su existencia, creyendo haber descubierto la cuadratura del círculo, con aquello de que la muerte de Carlos Gardel no está inscripta al margen de la Partida de Nacimiento (documento del que carece su creación uruguaya) de Charles Romuald Gardes. Tampoco lo está doña Berta (y aquí no hay dudas), ni millones de franceses que murieron en el exterior y desconozco si alguno que falleció en territorio francés ha recibido tal tratamiento. Una genealidad que se le ocurrió un lejano día a Ostuni y repiten como loros, todos los acólitos “avlibayardeños”.No creo que la muerte de los abuelos o padres de ellos, si ocurrió aquí, haya sido registrada en Italia o España. Y de haber sucedido allá, tampoco.

Pero si algo colma la medida y resulta SUPER risueño, es cuando la investigadora arremete con Esteban Capot (al que usa cuando le conviene), la fonda El Pajarito, Podestá . Calori, la Guía Kraf y Rodolfo Omar Zatti, al que menciona solamente O:Zatti. Como ensalada rusa no está mal, sobre todo para acompañar la gallina hervida que nos quiere vender.

Espero que un día no salgan con la historia de que Capot era amigo de Armando De Fino, pues sería el colmo de los colmos.

Bueno por ser la cuarta y quizás << ÚLTIMA >>, ya es bastante.
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(1) Nota no firmada y nunca ratificada.
(2) También lo dice Ostuni en el Cuaderno N° 6 de la Academia Nacional del Tango


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sábado, 11 de julio de 2009

EL NACIMIENTO DE CARLOS GARDEL (Tercera parte)

Bueno, estamos ya en 1897, cuando nuestro Zorzal ccomienza sus estudios primarios en la Escuela Superior de Niñas; lo cual molesta enormemente a los fabuladores orientales, quienes desesperadamente se afanan por pretender demostrar que este niño no es el futuro cantor, sino Charles Romualdo Gardes que inexplicablemente luego desaparece para dar paso a “El Magnífico” , Carlos Gardel.

Estos infatigables historiadores aún no han encontrado pruebas de cómo nació su Gardel uruguayo, n tampoco donde Bertha enterró a su hijo francés, que a juicio de ls uruguayos le molestaba para ya en ese entonces, concretar la conjura que estaba tramando con De Fino, aunque para ese entonces éste no había nacido aún, detalle que a los lideres del cuento “cisplatino” parecería no inquietarle, tal cual suceden con todos sus “errores”, esos que no quieren reconocer como lisa y llanas mentiras. Costumbre arraigada en los pretendidos “escribas de la nueva historia”. Esos que insertan dichos sin probar.

Son tantas sus historias rebuscadas, que es mucho mejor que explicar cada una de sus “errores”, pedirles que aporten las pruebas que avalan lo que ellos tan imparcialmente se permiten decir; aunque soy consciente que tendrán inconvenientes pues en tiempos en que la aviación no existía, ellos viajaban en bote desde Montevideo y cierta vez – según dicen y yo les creo – se les cayeron los papeles al río y hoy su verdad yace en el fondo del estuario, mojada e ilegible.

Por ejemplo ahí estaban los justificativos que le permiten decir que en el año 1898 “Carlitos Gardel cumplía 14 años en diciembre y entonces ahora calculan a ojo de buen cubero, aunque también recurren a citar dichos de Esteban Capot, con el concreto resultado de reconocer para siempre lla vinculación de éste honesto ciudadano nacido en Francia, con el Zorzal.

Carlos, según lo precisa Rodolfo Omar Zatti, viaja por primera vez a Montevideo, teniendo 16 años, pero como ellos ese dato no les cierra, dicen que “se fue a Montevideo después de los 14 años” y al mejor estilo de “Chispazos de Tradición”, narran un culebrón y suponen cosas. Siempre “suponen cosas”, conjeturan, jamás precisan e más mínimo decir con la debida exactitud.

Es bien conocido que “ Gardel llamó “viejitos que fueron como mis padres” a Anaïs Beaux y Fortunato Muñiz, pero eso no da derecho a fabular como lo hacen los “desparramadores de falacias por Internet”, que inventan lo que les conviene.

Se preguntan tontamente “¿Por qué nunca apareció ninguna de estas cartas? (se refieren a misivas de Gardel a los “viejitos”) y la razón es porque los Beaux-Muñiz, dueños de sus actos, vaya uno a saber que hicieron con ellas. ¿Poqué no muestrn ellos las cartas que Carlos le escribó a las madres que le han adjudicado en la ficción: Tomasa, Bentos, Leila and Co.

Mientras tanto y volviendo en el tiempo, Carlos siguió estudiando en Buenos Aires, incluso en el Colegio Pío IX, fue detenido para averiguación de antecedentes (existen pruebas contundentes del año 1904) y viajó luego sí a Montevideo. Nada hay de extraño en todo esto, que está perfectamente probado.

A los tantos verbos utilizados en tiempo condicional por la Comparsa Oriental, se suma ahora la palabra “PRESUMO”, para decir cosas que no pueden probar y se aventuran a repetir conceptos perfectamente concebidos, pero nunca documentados, pero se animan a expresar que: Dice al respecto Ricardo Ostuni: “sin rozar especulaciones de difícil probanza, se puede afirmar que Gardel careció de afecto materno durante los años de la infancia y la adolescencia, salvo el que pudieran haberle prodigado esos “viejitos que fueron como mis padres” y que dejaran en su corazón de pibe sin hogar el imborrable recuerdo de la ternura.”. A la pipeta, que sabio este Ostuni, el mismo que mintió bsajo juramento en el juicio por el caso “De la Rua y la Tarjeta Banelco”. Como se verá, un ser muy creíble y “charlatán”, porque según el diario La Nación “La defensa de De la Rúa sostuvo siempre que Pontaquarto había dicho que cuando estuvo en la Casa Rosada, durante la reunión en la que se habría acordado el pago de las coimas (entre abril y mayo de 2000), había un televisor en el despacho. Según la defensa, esto era una prueba de que mentía porque el artefacto recién había sido instalado en septiembre de 2001 por el atentado a las Torres Gemelas. Así lo afirmaron ante el juez, bajo juramento, Ostuni, Cernusco y Tassano Eckart. Pero luego de esas declaraciones, el fiscal Federico Delgado aportó unas 20 imágenes entregadas por el fotógrafo oficial, en donde se ve a De la Rúa en su despacho, con distintas personalidades que lo visitaron en los primeros meses de 2000. Está, al fondo, el famoso televisor.” Es decir Ostuni mintió bajo juramento. Es para preguntarse ¿Es creíble este individuo? y lo es también la señora Martina Iñiguez, socia y vocero del caradura Israel Álvarez de Armas, que completan así una dupla que no pueden fundar nada, incluso sus dudosas opiniones.

Pero lo por demás tétrico y ridículo es que luego especulan sin sentido al manifestar “Berta ocultó deliberadamente este hecho a sugerencia de Defino, para evitar que el matrimonio Muñiz fuera entrevistado por la prensa y hablara sobre el período en que Gardel había convivido con ellos”. Así que la pareja de investigadores, prejuzgan y revelan poseer mágicos que le permiten conocer cincuenta o sesenta años después, lo que Berta tramaba en ese entonces, cuando ellos aún no habían nacido.

Sería mejor que en lugar de vertir tantas estupideces, mostraran las pruebas que le permiten arriesgarse a decir que “La familia biológica de Gardel era una familia de tipógrafos; existen testimonios orales…” ¿De que testimonios orales me hablan?. A ver, a ver, traigan pruebas y basta de hablar y hablar sin sentido.

Recuerden los cinco viajes a Toulouse que hizo Carlos (el primero en 1924) para visitar a su familia y termínenla con su cuento.

En cuanto al período montevideano de Gardel, el mismo está perfectamente explicado y probado en el libro escrito por Rodolfo Omar Zatti, titulado “Gardel en el corazón del Río de la Plata”. Este autor es tan preciso que aniquila todo “el verso” escrito por Avlis y sus incondicionales seguidores, que no tuvieron empacho en mentir.

Eduardo Paysée González cita a Tomasa Leguisamo, la madre legal adoptiva del famoso jinete Irineo Leguisamo y pone en su boca estas palabras “¿Gardel francés?” ¡Qué va a ser francés! Gardel es de Tacuarembó. Lo llamaban Zorzalito por Tambores siendo mozo”. Ahora digo yo: Una prueba de ello por favor. Una grabación, un papel con firma rubricada por escribano. ¡Cualquier cosa!, pero que no se la nefasta palabra del hombre que ultrajó y llenó de escarnio a la madre biológica de Gardel, Doña Berta, a quien Carlos adoraba y eso no lo digo yo, lo dijeron todos quienes lo conocieron íntimamente y como dije antes muestren cartas de Gardel a doña Tomasa, su madre o amante según distintos autoes uruguayos que nunca se ponen de acuerdo, porque les falla el embrague al momento de mentir a fondo.

Si se me ocurre t me viene en ganas, en algún momento la sigo.

jueves, 2 de julio de 2009

EL NACIMIENTO DE CARLOS GARDEL (segunda parte)

No encuentro respiro. Siguen perdidos en las calles de su propio dolor y se aventuran entonces a decir que el “15 de mayo de 1889 llegan a Buenos Aires en el Vapor Córdoba desde Burdeos, Odalie Duchase de Capot y su hijo Stephan, de 7 años de edad” lo cual se contradice con la manifestado siempre por Capot, respecto de que él había conocido a Charles Romuald Gardes en Toulouse, antes que este se embarcara con su madre.

¿Saben una cosa? No estoy seguro que sea como ellos dicen. ¿Es aceptable o no un Certificado del CELAM? y pienso que si esta institución particular se nutre de la información del Estado Argentino, me parece poco serio darle plena razón, cuando se trata de una información no oficial y que no merece fe, tal cual se puede leer en la misma papeleta que se entrega previo pago de un arancel. ¿La existencia del C.E.L.A.M. obedece a un comercio? Entonces su manera de actuar no ofrece plena confianza, situación que ellos mismos reconocen.

El dato que dan los historiadores uruguayos, no se ha podido corroborar en la Dirección Nacional de Migraciones, ni en el Archivo General de la Nación, lo cual abre una duda significativa, agravada por los nombres originales que no coinciden con los que dan los investigadores.

En efecto, el certificado de arribo habla de Odalie Capet y Stephan Capet, omitiendo otros nombres que tenían esas personas y errándole al apellido. Pensando mal, quizás este hallazgo bien pudo haber sido inducido. Será mucho mejor que presenten el certificado oficial o una constancia gubernamental de su existencia. No extrañaría que se tratara de algo provocado y no falaz. Total, dentro del juego creado por Avlis, todo vale.

Por lo tanto amigos orientales, antes de seguir usando esta letanía, reemplacen al papel del CEMLA, por un comprobante de origen oficial. Mientras tanto, no se puede reconocer como ciertas, las afirmaciones vertidas al respecto por sus heraldos.

Una cosa es cierta, los Gardès y los Capot se conocían. Hay fotos que lo prueban. Queda pues en duda el tema de las fechas. Deberán buscar comprobantes oficiales, tal cual siempre se le exige a la otra parte, a la que ellos llaman “francesista”. ¿Desconozco porqué?.

Los uruguayos, luego de anunciar, sin dar fechas, que nacen los mellizos Juan Carlos Y Julio César, hijos de Carlos Escayola y María Lelia Oliva, que no son inscriptos, si no recién de transcurrido un año, dicen textualmente “A fines de ese año Berta Gardes, embarazada de Romualdo López, lleva a Carlitos Gardel, que cuenta ya con alrededor de 6 años de edad, a Montevideo.

Ergo: Carlos nació consecuentemente en 1883 y cabe entonces preguntar ¿De donde obtuvieron las otras muchas fechas que han dado como correctas? y además ¿Qué pruebas aportan de la existencia del tal Romualdo López?. Nunca se les ha pedido mucho. Solamente se pretende que como es normal, apoyen lo que afirman, con una partida de nacimiento o algo así. Pero “perdiez”, ¡Que refractarios son a recurrir a documentos estos investigadores modenos!.

También dicen que después Berta Gardes se “embarca” y olvidan de mostrar constancia de lo que afirman tan decididamente y solamente dicen, primero que se PRESUME que esa mujer lo dejó en manos de su compatriota Anais Beaux o de María Escayola “La Negra”, prima mayor del niño, para luego en el año 1890 de la cronología citar que entre abril y octubre de este año Berta Gardes, viaja a Francia para dar a luz en Toulouse a su hijo, habiendo dejado a Carlos Gardel en Montevideo.

¿Como es la historia? ¿Fue en el 89 o en el 90? ¿Se lo dejó a Anais o a “La Negra”? Por favor ponganse de acuerdo. No se puede constantemente jugar con dos o tres posibilidades. Los hechos en historia, deben ser blancos o negros. ¿Porqué siempre se mueven dentro de dudas, que les permiten luego acomodar los hechos a su entera satisfacción?

Todo este dislate lo deben soportar quienes se arriman a los sitios en que grandes personajes desean hacerle creer a la gente la fábula de un Gardel uruguayo.

Así porque sí, basados en una foto de 1896 o 1897, entregada por Berta y en un plano que quisieron hacer coincidir y les acarrió un bochorno total cuando fue destruido con firmes y variados razonamientos, el preciado invento que situaba en 1891 – 1892 (siempre tan precisos en la fechas) al cantor, inicia su escolaridad en la escuela Nº 27 de varones de la calle Durazno 337, a la vez que absurdamente argumentan que en un régimen escolar de gran solvencia como el oriental de aquella época, “no había matrículas escolares permanentes, razón por la cual no se pudo investigar con que nombre fue inscripto”. Suena todo tan infantil, que en boca o pluma de personas mayores, no provoca risa, si no indignación.

Siguen acomodando fechas y dicen que en 1893 Carlos Gardel, HABRÍA sido retirado de la escuela Nº 27 en este año para ser llevado a Buenos Aires. Es decir que, sin aportar pruebas, debemos aceptar que con 10 años de edad Carlos es traído a Buenos Aires, cuando en realidad y con constancias inmigratorias, para esa época Carlos entra al país, juntamente con su madre, procedente de Francia, con 2 años y 3 meses de edad y vive en un conventillo, lo cual es archi sabido y nadie discute, excepto los líderes de la investigación destinada a probar que de los dos Gardeles, el que llegó de Francia desapareció por arte de magia. Tanto es así que los orientales llaman a Carlos “el Mago”. Solamente así se justifica ese apelativo.

Causa gracia leer escrito por ellos que “La fecha exacta de ingreso de Berta Gardes a Buenos Aires junto a su hijo de 2 años y tres meses en el vapor “Dom Pedro”, procedente de Burdeos es dudosa.

Dicen que “Según Avlis figuraba en C.E.M.L.A. como llegada el 9 de marzo de 1893, pero ésa es la fecha de arribo del barco a Montevideo. Héctor Ernié exhibe un dudoso certificado de arribo con fecha 11 de marzo. No existen registros en C.E.M.L.A. que avalen la veracidad de un certificado que lleva fecha 11 de marzo como llegada del barco a Buenos Aires.”

Sucede que no quieren aceptar el documento de Héctor Ernié que no es un mero papel del C.E.M.L.A , si no un CERTIFICADO OFICIAL, producido por la Dirección NACIONAL de Migraciones, donde consta el ingreso, bajo el número de orden 121: de Berta Gardes, francesa, viuda, 27 años, planchadora, católica, pasaporte N 94 y con el número de orden: 122: el de Charles Gardes, francés, de dos años, el mismo que años después cambia su aéllido por el de Gardel, se convierte en una Gloria Nacional, a quién Leguisamo, cuando quería hacerlo enojar, llamaba Romualdo.

¿La quieren más clara?

Suman luego otro delirio y dicen que Mateo Parisí viaja a Buenos Aires y entrega a Berta Gardes la suma de 3.000 pesos uruguayos para que se ocupe de la educación del niño Carlos Gardel, según “información confirmada por sus descendientes”

Tendrán idea esos señores de lo que significaban entonces tres mil pesos uruguayos. Si así fuera, ni lo mencionarían por temor a otro seguro ridículo.


En efecto, Berta entregó a Carlitos a la señora Rosa Corrado de Franchini poco tiempo después de su llegada a Buenos Aires, pero no entregó a un joven, si no a un niño. Las fotos lo prueban t además los mismos hijos de Rosa, han certificado que ese Carlos niño que convivió con ellos fue el cantor.

Entonces ¿Dónde estaba el otro?. Seguramente agazapado tras el respaldo de la cama del conventillo o torrando debajo del colchón.

Consignan como una razón de peso para sus alocadas pretensiones que Ricardo Ostuni dijo “Ignoro la razón que induce a casi todos los autores, a asignarle este papel a la señora Francini o a la madre de Esteban Capot, para quienes Gardel nunca dejó un solo testimonio de afecto.” y me pregunto yo ¿Qué testimonios dejó para los Escayola?

Es evidente que la foto con la niña Franchini que todos conocemos y que los uruguayos dicen es de 1894 ó 1895, no muestra a un joven nacido en 1883 y sí a un niño.

Pero no podía faltar la referencia a Bayardo cuando dice que el niño Charles Romuald es entregado a Rosa Carroll de Vacca para que se haga cargo de él mientras su madre trabaja como planchadora, agregando así un nuevo personaje, que bien se condice con la posición del arquitecto que afirma mucho pero no prueba nada y en este caso peor todavía, porque nadie lo repitió..

Después la cronología se ocupa del año 1897, pero ya no se si vale la pena seguir pediendo el tiempo en demostrar las mentiras que esconde esa burda cronología, realizada a gusto y paladar de personas especializadas en crear fábulas.

Tan falto de seriedad como esta pretendida cronología, es todo el decir de quienes tratan por todos los medios, de hacer aparecer a Gardel como un ser que no nació en Toulouse.

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